Si un recién nacido sano llora durante horas y nada le ayuda, podría tener cólicos. Los cólicos no son una enfermedad ni un problema grave, pero pueden dejar a muchos padres sintiéndose impotentes, agotados y estresados.
Si cree que su bebé tiene cólicos, un profesional de la salud puede brindarle apoyo y consejos. En Banner Health, nuestros expertos pediátricos comparten consejos útiles para calmar a su bebé y facilitarle este momento.
¿Qué es el cólico?
El cólico es una afección común que afecta a muchos bebés durante sus primeros meses; aproximadamente 1 de cada 5 bebés tiene cólicos. El cólico significa que un bebé llora mucho, aunque por lo demás esté sano. Los profesionales de la salud utilizan la regla de tres para describir el cólico: 1) El llanto dura más de tres horas al día; 2) Al menos tres días a la semana; 3) Durante tres semanas o más.
Estos episodios de llanto suelen ocurrir al final de la tarde o al anochecer, lo que dificulta que los padres descansen y alivio. Los cólicos suelen alcanzar su punto máximo cuando el bebé tiene seis semanas y luego disminuyen alrededor de los tres o cuatro meses. Si bien los cólicos desaparecen por sí solos, pueden ser agotadores.
Un especialista de Banner Health puede brindarle apoyo y orientación para ayudarlo durante este momento.
¿Qué causa los cólicos?
No se conoce la causa exacta del cólico, pero varios factores pueden influir, entre ellos:
- Problemas digestivos: algunos bebés tienen problemas para digerir los alimentos o tragan demasiado aire mientras se alimentan o amamantan.
- Sobreestimulación: Los recién nacidos todavía se están adaptando al mundo y algunos se sienten abrumados más fácilmente.
- Sensibilidad a la fórmula o la leche materna: ciertos ingredientes de la fórmula o alimentos en la dieta de una madre que amamanta pueden causar molestias.
- Sistema nervioso en desarrollo: algunos expertos creen que los cólicos son parte de la adaptación del bebé a la vida fuera del útero y se observan a menudo en bebés que quizás no hayan aprendido a calmarse por sí solos.
- Gases o reflujo ácido : Algunos bebés experimentan molestias estomacales que les provocan gases o malestar. Si bien regurgitar es normal, es importante controlar el ritmo de las tomas y no sobrealimentar al bebé.
Signos de cólico
Todos los bebés lloran. Es su forma de comunicar hambre, malestar o cansancio. Pero los cólicos son diferentes.
Su bebé puede tener cólicos si:
- Lloran intensamente durante largos periodos, incluso cuando están alimentados, cambiados y cómodos.
- Son difíciles de calmar, no importa lo que intentes.
- Aprietan los puños, arquean la espalda o levantan las piernas como si tuvieran dolor.
- Enrojecer la cara por el llanto prolongado.
- Tiene gases o hinchazón abdominal por tragar aire al llorar.
Si esto te suena familiar, debes saber que los cólicos son comunes y no son señal de una mala paternidad. No significa que tu bebé esté enfermo, pero puede ser difícil de controlar.
¿Cómo se diagnostica el cólico?
No existe una prueba específica para los cólicos. En su lugar, un profesional de la salud descartará otras posibles causas. Le preguntará sobre los patrones de alimentación, sueño y llanto de su bebé. También podría realizarle un examen físico para detectar signos de enfermedad o malestar.
Cómo calmar a un bebé con cólicos
Calmar a un bebé con cólicos puede requerir tiempo y paciencia. Cada técnica funciona para un bebé diferente, así que quizás tengas que probar varios métodos antes de encontrar el que mejor funcione.
A continuación se presentan algunos métodos que pueden ayudar:
Técnicas de consuelo
- Sostenga a su bebé cerca: envolverlo en pañales , tener contacto piel con piel o llevarlo en un portabebés puede brindarle comodidad.
- Balanceo o movimiento suave: balancearse, rebotar o dar un paseo en automóvil puede ser relajante.
- Ruido blanco: Sonidos suaves como un ventilador, una secadora, una aspiradora u otro ruido blanco pueden crear un ambiente relajante. Hacer un sonido de silencio también puede ayudar.
- Chupete, chupete o juguete para tranquilizar: chupar puede ayudar a algunos bebés a sentirse más relajados.
- Baño tibio: Un baño suave puede ayudar a que tu bebé se relaje.
- Acueste a su bebé boca abajo: La suave presión sobre su vientre puede ayudar a tranquilizarlo. Si se queda dormido así, colóquelo boca arriba para dormir.
- Masajear suavemente: Acariciarles la espalda o el estómago puede ayudar a calmarlos.
Ajustes de alimentación
- Lleva un diario de alimentos: Si das el pecho, haz un seguimiento de tu dieta para ver si ciertos alimentos afectan a tu bebé. Los alimentos que suelen consumir las madres y que podrían empeorar los cólicos en los bebés lactantes son la leche, la cafeína, la cebolla y el repollo. Intenta eliminar uno a la vez para ver si te ayuda.
- Pruebe una fórmula diferente: si alimenta a su bebé con fórmula, consulte a su proveedor sobre la posibilidad de cambiar a una que sea más suave para el estómago de su bebé.
- Alimente en posición vertical: mantenga a su bebé en posición vertical y hágalo eructar con frecuencia para reducir la ingestión de aire.
- Evite la sobrealimentación: trate de no sobrealimentar a su bebé y espacie las tomas.
Crea un ambiente tranquilo
- Menor estimulación: atenúe las luces y reduzca el ruido para evitar abrumar a su bebé.
- Siga una rutina: un horario predecible puede ayudar a que su bebé se sienta más seguro.
Cuándo consultar a un proveedor de atención médica
Los cólicos suelen desaparecer por sí solos entre los 3 y 4 meses de edad. Sin embargo, contacte con el pediatra si:
- Experimenta fiebre, vómitos, diarrea o problemas para aumentar de peso.
- Llorar de una manera que suena diferente a los episodios de cólicos normales.
- Tiene dificultades para alimentarse o parece estar demasiado cansado y no responde.
Apoyo a los padres
Cuidar a un bebé con cólicos puede ser agotador. Recuerda cuidarte también. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a sobrellevarlo:
- Descansa: Si te sientes agobiada, coloca a tu bebé en un lugar seguro y tómate unos minutos para respirar. También puedes salir a tomar aire fresco.
- Pide ayuda: Apóyate en familiares, amigos o tu pareja para obtener apoyo.
- Descansa cuando puedas: La falta de sueño puede aumentar el estrés. Duerme la siesta cuando puedas.
- Habla con alguien: Los cólicos pueden afectar la salud mental. Estudios demuestran que los padres de bebés con cólicos tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión y ansiedad posparto . Habla con un amigo de confianza, un grupo de apoyo, un profesional de la salud o un terapeuta colegiado si tienes dificultades.
No estás solo
Cuidar a un bebé con cólicos puede ser difícil, pero no durará para siempre. Ten paciencia. La mayoría de los bebés superan los cólicos a los cuatro meses. Mientras tanto, cuídate y pide ayuda cuando la necesites.
Si le preocupa el llanto de su bebé o necesita apoyo, Banner Health está aquí para ayudarle. Programe una cita con un pediatra hoy mismo para recibir orientación experta.