El tendón de Aquiles es el más grande y fuerte del cuerpo. Es una banda gruesa de tejido en la parte inferior de la pierna que conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón; puedes sentirlo ahí, debajo de la piel. Te proporciona la fuerza y la flexibilidad necesarias para impulsarte y así poder caminar, correr, saltar y subir escaleras.
Siempre está en uso y absorbe mucha tensión, por lo que es fácil lesionarlo por uso excesivo o impacto repentino, especialmente si eres activo y atlético.
Esta parte de la pierna no tiene buen flujo sangre , lo que hace que las lesiones del tendón de Aquiles sean comunes. Pueden variar desde una inflamación leve hasta desgarros o roturas completas. Si no se tratan, pueden empeorar y el dolor puede ser tan intenso que dificulte el movimiento.
Si cree que se ha lesionado el tendón de Aquiles, busque atención médica de inmediato para no dañarlo más y poder recuperarse lo más rápido posible.
Los factores de riesgo que hacen que estas lesiones de tendones sean más probables incluyen:
Descanse y evite actividades que empeoren el dolor.
Algunas condiciones comunes incluyen:
Se trata de una inflamación del tendón, a menudo causada por un uso excesivo o un aumento repentino de la actividad. Puede notar:
Tipos de tendinitis:
La tendinosis aquílea es una afección crónica (de larga duración) derivada de una tendinitis aquílea prolongada, que provoca la degradación de las células del tendón. Los pequeños desgarros repetidos en el tendón causan rigidez y dolor con el tiempo, especialmente por la mañana al despertar o después de descansar.
Se trata de un desgarro total o parcial del tendón, generalmente causado por un movimiento repentino y forzado. Puede sentir un dolor agudo, oír un chasquido, sentir como si le hubieran dado una patada en la parte posterior del talón y tener dificultad para caminar. Necesita atención médica inmediata si tiene una rotura de tendón.
Los síntomas de las lesiones del tendón de Aquiles pueden limitar su capacidad de movimiento, haciendo que sea doloroso o imposible caminar o realizar actividades simples.
Descanse y evite actividades que empeoren el dolor.
Consulte a un proveedor de atención médica si tiene:
Su tratamiento dependerá de la gravedad de su lesión.
La recuperación podría tardar meses, dependiendo de la gravedad de la lesión. Quizás necesite probar diferentes tipos de ejercicio mientras el tendón sana. No se esfuerce demasiado, ya que podría volver a lesionarse el tendón y convertirse en un problema crónico.
En caso de lesiones importantes, como una ruptura del tendón de Aquiles, o si no mejora con opciones de tratamiento no quirúrgico, es posible que necesite cirugía para reducir el riesgo de una nueva ruptura y recuperar su fuerza de empuje:
Después de la cirugía, la rehabilitación y la fisioterapia son importantes para ayudarle a recuperar su fuerza y movilidad.
Descanse y evite actividades que empeoren el dolor.
Algunas lesiones ocurren inesperadamente, pero usted puede tomar medidas para reducir el riesgo de sufrir lesiones en el tendón de Aquiles: