En Banner Health, nuestro equipo de pie y tobillo, que incluye cirujanos ortopédicos y podólogos, utiliza la investigación y tecnología más avanzadas para tratar problemas de pie y tobillo. Contamos con la experiencia y los conocimientos necesarios para tratar una amplia gama de afecciones y lesiones. Nuestro equipo se dedica a brindar atención de alta calidad y trabajará con usted para crear un plan de tratamiento que le permita recuperarse.
El dolor de pie y tobillo puede ser consecuencia del desgaste del cartílago, los tejidos blandos o los huesos. También puede deberse a lesiones o afecciones médicas como la artritis.
Dado que los pies y los tobillos soportan el peso corporal, son vulnerables al uso excesivo y al estrés. Una lesión o inflamación en esta zona puede provocar dolor, rigidez y movilidad limitada.
Sin el tratamiento adecuado, los problemas de pie y tobillo pueden provocar complicaciones a largo plazo. Por eso es importante consultar a un especialista si presenta dolor, inflamación o rigidez persistentes.
El dolor de pie y tobillo suele aparecer tras una lesión, como un esguince o una fractura, causada por una caída o un movimiento repentino. Las lesiones más comunes incluyen:
Descanse y evite actividades que empeoren el dolor.
El dolor de pie y tobillo también puede ser resultado de afecciones médicas, que incluyen:
Dado que el pie es más complejo que el tobillo, existen otras afecciones que podrían causar dolor en esa zona. Estas afecciones incluyen:
Las lesiones leves a menudo se pueden tratar en casa con:
Evite poner peso sobre el pie lesionado y ajuste su actividad hasta que los síntomas mejoren.
Consulte con un especialista de Banner si presenta dolor crónico, fracturas o síntomas más graves. Su médico comenzará con un examen físico y podría utilizar pruebas de imagen como:
Muchas afecciones y lesiones del pie y el tobillo pueden tratarse sin necesidad de cirugía. Su especialista en ortopedia explorará todas las opciones antes de optar por una operación. Los tratamientos no quirúrgicos pueden incluir:
Si la atención no quirúrgica no es eficaz, la cirugía puede ser el siguiente paso. Los procedimientos comunes incluyen:
El tiempo de recuperación puede variar de 2 a 6 meses, dependiendo del procedimiento. Tendrá visitas de seguimiento periódicas y podría necesitar fisioterapia. Con la atención adecuada, la mayoría de los pacientes se recuperan por completo.