El síndrome de piernas inquietas (SPI), o enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno neurológico del sueño. Con él, puede sentir hormigueo, cosquilleo o ardor, generalmente en ambas piernas (aunque también puede afectar los brazos, el pecho o la cabeza). Las piernas pueden moverse o contraerse al dormir.
Los síntomas son más comunes al estar sentado o acostado y pueden aliviarse al caminar o estirarse. Es posible que sienta una fuerte necesidad de moverse para aliviar las molestias. El movimiento puede ayudar, pero los síntomas suelen reaparecer al dejar de moverse.
El síndrome de piernas inquietas es común y puede afectar a cualquier persona. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres, personas de raza blanca y adultos de mediana edad y mayores. Los síntomas suelen empeorar con la edad.
También puede presentarse en niños , generalmente si hay antecedentes familiares de síndrome de piernas inquietas (RLS). Puede ser difícil de diagnosticar en niños y puede parecerse a dolores de crecimiento o al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) .
El síndrome de piernas inquietas puede ser leve (ocasional), moderado (síntomas una o dos veces por semana) o grave (síntomas más de dos veces por semana) y puede interrumpir su sueño , afectar sus actividades y afectar su calidad de vida.
Diversos factores pueden desencadenar el síndrome de piernas inquietas:
El síndrome de piernas inquietas se caracteriza por sensaciones incómodas o desagradables en la profundidad de las piernas. Puede sentirse como algo que se arrastra o se mueve bajo la piel, hormigueo o cosquilleo, calor o ardor en las piernas, tirones, pulsaciones o dolor.
A veces los síntomas son difíciles de describir, pero es evidente que mover o estirar las piernas ayuda. Puede sentir una necesidad irresistible de mover las piernas. Los síntomas pueden variar de una persona a otra y fluctuar con el tiempo.
Los síntomas suelen presentarse durante la inactividad o el descanso, especialmente al atardecer y por la noche. Pueden dificultarle conciliar el sueño o permanecer dormido. También puede notar síntomas al permanecer sentado durante mucho tiempo, como durante viajes largos en coche o en avión, o al tomar una siesta o intentar relajarse durante el día.
El síndrome de piernas inquietas (RLS) puede afectar su vida y la calidad de su sueño . Puede interferir con actividades que requieren permanecer sentado durante mucho tiempo, como trabajar en un escritorio, ver una película o viajar. Los síntomas pueden dificultarle la relajación y el descanso, y puede sentirse estresado o frustrado.
Dado que el síndrome de piernas inquietas (RLS) puede despertarle por la noche y dificultarle conciliar el sueño , podría sentirse cansado durante el día , irritable y tener dificultad para concentrarse. Podría experimentar cambios de humor, problemas de memoria o menor productividad. Podría desarrollar depresión o ansiedad .
Le conviene consultar con un profesional de la salud si sus síntomas afectan significativamente su calidad de vida o interrumpen su sueño. Considere buscar ayuda si presenta:
Obtenga más información sobre el diagnóstico y el tratamiento del síndrome de piernas inquietas .