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El sueño y la prevención de la enfermedad de Alzheimer

Una buena noche de sueño hace más que ayudarle a sentirse descansado: también puede desempeñar un papel vital en la protección de la salud de su cerebro y en la reducción del riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores han descubierto un fuerte vínculo entre la falta de sueño y el desarrollo del Alzheimer, lo que sugiere que la calidad y la duración de nuestro sueño pueden influir en los cambios cerebro asociados con la enfermedad.

En Banner Health, nuestros especialistas reconocen la importancia del sueño para la salud cerebro a largo plazo. Comprender esta relación puede ayudarle a tomar medidas proactivas para proteger su memoria y función cognitiva a medida que envejece.

Cómo afecta el sueño al cerebro

Durante un sueño profundo y reparador, el cerebro realiza una labor de mantenimiento crucial. Una de sus funciones clave es eliminar las toxinas y los desechos que se acumulan durante la vigilia, incluyendo la beta amiloide, una proteína estrechamente relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

Este proceso natural de limpieza ocurre durante el sueño de ondas lentas, la etapa más profunda del sueño no REM (NREM). Durante esta fase, el sistema glinfático del cerebro —a veces llamado la red de "eliminación de desechos" del cerebro— se activa más, eliminando proteínas dañinas como la beta amiloide y la tau.

Cuando este proceso se ve interrumpido por la falta crónica de sueño o el insomnio, dichas proteínas pueden acumularse, formando placas y ovillos que dañan las cerebro e interfieren en la comunicación entre ellas. Con el tiempo, esta acumulación puede contribuir al desarrollo o la progresión de la enfermedad de Alzheimer.

Cómo la falta de sueño puede aumentar el riesgo de Alzheimer

Aunque los científicos aún están estudiando la relación exacta, la evidencia sugiere que la privación crónica del sueño y los trastornos del sueño como la apnea del sueño pueden aumentar el riesgo de Alzheimer de varias maneras:

  • Eliminación reducida de toxinas: un sueño limitado o fragmentado impide que el cerebro elimine de manera eficiente la beta amiloide y la tau.
  • Inflamación y estrés: la falta continua de sueño aumenta la inflamación y las hormonas del estrés, lo que puede dañar las células cerebro .
  • Alteración de la memoria: la falta de sueño perjudica la consolidación de la memoria, un signo temprano de deterioro cognitivo.
  • Función cerebro alterada: con el tiempo, los ciclos de sueño interrumpidos pueden cambiar la forma en que el cerebro se regula a sí mismo, acelerando la neurodegeneración.

Por el contrario, un sueño reparador puede ayudar a reducir el riesgo al favorecer una actividad cerebro saludable y proteger contra estos cambios dañinos.

Señales de advertencia de cambios cognitivos relacionados con el sueño

No todas las personas que tienen problemas de sueño desarrollan Alzheimer, pero la interrupción crónica del sueño puede ser un indicador temprano de cambios en la salud del cerebro .

Si usted o un ser querido experimenta alguno de los siguientes síntomas, hable con un doctor :

  • Dificultad frecuente para conciliar el sueño o permanecer dormido
  • Ronquidos fuertes o pausas en la respiración durante el sueño (posible apnea del sueño)
  • Somnolencia diurna excesiva
  • Confusión u olvido que parece empeorar después de un sueño deficiente
  • Cambios de humor, como irritabilidad o ansiedad relacionada con la falta de sueño.

Abordar los problemas de sueño de forma temprana puede ayudar a preservar la memoria y la función cognitiva a lo largo del tiempo.

Consejos para favorecer un sueño saludable para el cerebro

Mientras la investigación continúa, existe evidencia sólida de que mejorar la calidad del sueño beneficia tanto al cuerpo como al cerebro. Para promover un sueño reparador:

  • Mantén un horario constante. Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días.
  • Crea una rutina relajante para la hora de dormir. Evita las pantallas y la cafeína antes de dormir y mantén un ambiente tranquilo y fresco.
  • Limite las siestas largas. Las siestas cortas de 30 minutos o menos están bien, pero las más largas pueden interrumpir el descanso nocturno.
  • Trate las afecciones subyacentes. Realizar estudios de apnea del sueño, depresión, ansiedad o trastornos de dolor que puedan afectar el sueño.
  • Manténgase activo. La actividad física suave durante el día favorece un mejor descanso nocturno.

Si ha notado cambios en sus patrones de sueño o en su memoria, es importante hablarlos con un proveedor de atención médica .

Cuándo buscar ayuda

Debido a que el sueño juega un papel tan crucial en la salud del cerebro , los problemas de sueño persistentes no deben ignorarse, especialmente en adultos mayores o personas con riesgo de padecer Alzheimer.

Banner Health ofrece atención integral para los trastornos del sueño, el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer, ayudando a los pacientes a encontrar el diagnóstico y el tratamiento adecuados.

Si está preocupado por su sueño o su memoria, programe una cita con un especialista de Banner Health hoy mismo.

Estamos aquí para ayudarle a proteger la salud de su cerebro durante los próximos años.