La anemia es un trastorno sangre común que afecta a millones de personas. En Banner Health, comprendemos los desafíos que conlleva la anemia y nos comprometemos a brindar atención y apoyo especializados. Su salud es nuestra prioridad y estamos aquí para ayudarle en cada paso del camino.
¿Qué es la anemia?
La anemia se produce cuando el cuerpo no tiene suficientes sangre rojos. Estos glóbulos son importantes porque transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. La anemia puede ser causada por una pérdida aguda de sangre o por una producción insuficiente de sangre rojos.
Cuando no tienes suficientes sangre rojos, tus órganos y tejidos podrían no recibir el oxígeno que necesitan para funcionar correctamente. Esto puede provocar varios síntomas de anemia, como cansancio y debilidad, que pueden afectar tu vida diaria.
¿Qué causa la anemia?
La anemia puede tener varias causas. Comprenderlas puede ayudarle a encontrar el tratamiento adecuado. Estas son algunas de las causas comunes de la anemia:
- Anemia por deficiencia de hierro: Los niveles bajos de hierro, a menudo debido a una mala dieta, pérdida de sangre (por ejemplo, por períodos abundantes o hemorragias internas) o problemas para absorber el hierro (cirugía de bypass gástrico, por ejemplo) pueden causar anemia por deficiencia de hierro o anemia microcítica.
- Deficiencia vitamínica: La falta de vitamina B12 o B9 (folato) puede provocar anemia megaloblástica. Estas vitaminas contribuyen a la producción de sangre rojos sanos.
- Enfermedad crónica: Afecciones como la enfermedad renal, el cáncer y los trastornos autoinmunes pueden afectar la producción de sangre rojos, lo que provoca anemia por enfermedades crónicas.
- Anemia aplásica: La anemia aplásica es una enfermedad poco frecuente pero grave en la que la médula ósea no produce suficientes sangre rojos, sangre blancos y plaquetas (un tipo de célula sangre que ayuda a la coagulación).
- Anemia hemolítica: Este tipo de anemia se produce cuando los sangre rojos se destruyen a una velocidad superior a la que la médula ósea puede producirlos. Puede deberse a trastornos autoinmunes, ciertos medicamentos, infecciones y otros factores. Algunas anemias hemolíticas son hereditarias, como la esferocitosis hereditaria o la deficiencia de piruvato quinasa.
- Anemia de células falciformes: La anemia de células falciformes es una afección hereditaria asociada con la enfermedad de células falciformes, una enfermedad que provoca que los sangre rojos adquieran forma de hoz o de medialuna. Estas células deformadas se destruyen prematuramente, lo que provoca anemia y puede obstruir el flujo sangre , lo que a su vez causa dolor y otras complicaciones más graves.
- Talasemia : La talasemia es una afección genética en la que el cuerpo produce menos hemoglobina (una proteína presente en los sangre rojos). Esto puede causar anemia leve o grave y puede estar asociada a complicaciones más graves.
- Anemia perniciosa: un tipo de anemia que usted podría tener si no puede absorber suficiente vitamina B12.
Factores de riesgo de anemia
Varios factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar anemia. Estos factores de riesgo incluyen:
- Mala dieta: Una dieta baja en hierro, vitamina B12 y folato aumenta el riesgo de anemia. Las personas vegetarianas, veganas o con acceso limitado a alimentos variados pueden tener un mayor riesgo debido a la falta de productos animales ricos en hierro. En ocasiones, las alergias alimentarias también pueden impedir la correcta absorción de los nutrientes necesarios para la producción de sangre rojos.
- Procedimientos de bypass gástrico: Estos procedimientos pueden reducir la absorción normal de nutrientes necesarios para producir sangre rojos.
- Embarazo: Las embarazadas tienen mayor riesgo de padecer anemia ferropénica. El cuerpo necesita hierro adicional durante el embarazo para el crecimiento del bebé.
- Genética: Su riesgo es mayor si algún familiar padece anemia hereditaria, como esferocitosis hereditaria, deficiencia de G6PD o deficiencia de piruvato quinasa. En estos trastornos, los sangre rojos no suelen vivir tanto como deberían, lo que aumenta el estrés en la médula ósea.
- Enfermedades crónicas: Enfermedades como la enfermedad renal, trastornos autoinmunes y enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide pueden aumentar el riesgo de padecer anemia.
- Pérdida de sangre : La pérdida de sangre abundante por cirugía, traumatismo o menstruación puede provocar anemia. La pérdida crónica de sangre por afecciones como úlceras también puede contribuir a la anemia con el tiempo. Este tipo de anemia puede ser aguda o crónica y, a menudo, deriva en anemia ferropénica.
- Género: Las mujeres y las personas asignadas como mujeres al nacer (AFAB) tienen más probabilidades de desarrollar anemia por deficiencia de hierro debido a la pérdida crónica de sangre durante los períodos menstruales.
- Edad: Los adultos mayores tienen más probabilidades de desarrollar anemia.
- Ciertos medicamentos: Algunos fármacos, como los sangre, pueden aumentar el riesgo de sangrado (pérdida de sangre ), lo que puede causar anemia. Ciertos tratamientos contra el cáncer pueden afectar la producción de sangre rojos, lo que aumenta el riesgo de anemia.
Signos y síntomas de la anemia
La anemia puede causar diversos síntomas cuya gravedad puede variar. Algunos signos comunes incluyen:
- Sensación de cansancio o debilidad: Uno de los síntomas más comunes de la anemia es el aumento del cansancio o la fatiga. Puede sentirse débil y tener dificultad para realizar las tareas cotidianas.
- Piel pálida: La falta de sangre rojos puede hacer que tu piel luzca pálida o ligeramente amarilla.
- Mareos o aturdimiento: puede sentirse mareado o aturdido, especialmente al ponerse de pie rápidamente.
- Dificultad para respirar: Puede notar que se queda sin aliento con mayor facilidad, incluso durante actividades leves. Esto se debe a que su cuerpo no recibe suficiente oxígeno.
- Ritmo cardíaco acelerado: El corazón puede latir más rápido para compensar la falta de oxígeno en la sangre. Esto puede sentirse como si el corazón se acelerara, especialmente al hacer ejercicio.
¿Cómo se diagnostica la anemia?
Si nota estos síntomas, consulte a su profesional de la salud. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a reducir la gravedad de la anemia y prevenir complicaciones.
Su proveedor le realizará análisis de sangre para diagnosticar la anemia según sus antecedentes. Los análisis de sangre pueden incluir:
- Sangre completo (HC): Esta prueba proporciona información detallada sobre su sangre, incluyendo glóbulos rojos, sangre blancos y plaquetas. Esta prueba mide el tamaño, la forma y la cantidad de sangre rojos, así como la cantidad de hemoglobina en la sangre.
- Estudios de hierro: estas pruebas miden los niveles de hierro en la sangre, cuánto hierro almacena su cuerpo y qué tan bien su cuerpo utiliza el hierro.
- Análisis de nutrientes: Estas pruebas suelen solicitarse para medir los niveles de vitamina B12 y folato y detectar deficiencias de estos nutrientes. También pueden solicitarse análisis de cobre.
En algunos casos, pueden estar indicadas pruebas adicionales, como:
- Análisis de sangre para hemólisis (destrucción de sangre rojos): estas pruebas detectan la destrucción de sangre rojos.
- Prueba de anemias hereditarias: se pueden solicitar pruebas para anemias hereditarias, como la enfermedad de células falciformes o la talasemia, si se sospecha que hay antecedentes familiares.
- Prueba de médula ósea: En casos raros, su proveedor puede recomendar una biopsia de médula ósea para determinar qué tan bien su médula ósea produce sangre rojos o para detectar enfermedades subyacentes de la médula ósea.
Opciones de tratamiento
El tratamiento de la anemia depende de la causa. Estas son algunas opciones de tratamiento comunes:
- Suplementos de hierro: Su médico podría recomendarle suplementos de hierro y cambios en la dieta. En algunos casos, podría requerirse hierro intravenoso (IV). Consumir alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, frijoles y espinacas, puede ayudar a mejorar sus niveles de hierro.
- Suplementos vitamínicos: Su médico podría recomendarle suplementos o inyecciones de vitamina B12 o folato. Consumir alimentos ricos en vitamina B12 y folato también puede ser beneficioso.
- Tratamiento de afecciones subyacentes: Su proveedor se centrará en controlar la afección para ayudar a mejorar su anemia.
- Transfusiones de sangre : En casos graves, puede ser necesaria una transfusión de sangre para aumentar rápidamente los niveles de sangre rojos. Esto suele ocurrir en situaciones graves que requieren atención inmediata.
- Agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE): Estos medicamentos pueden ayudar a la médula ósea a producir sangre rojos. Los AEE se utilizan con frecuencia en personas con enfermedad renal crónica o ciertos tipos de cáncer.
- Trasplante de médula ósea o células madre: Un trasplante de médula ósea o células madre puede ser una opción para ciertos tipos graves de anemia, como la anemia aplásica o la anemia falciforme. Este tratamiento reemplaza la médula ósea dañada o enferma con células madre sanas que pueden producir nuevas células sangre .
Prevención de la anemia
Si bien no todos los casos de anemia se pueden prevenir, hay varias medidas que puede tomar para reducir el riesgo:
- Consuma alimentos ricos en hierro: Para obtener suficiente hierro , incluya carne roja, frijoles, espinacas y lentejas en su dieta. Incorpore alimentos ricos en vitamina B12 (carne, lácteos, huevos) y folato (verduras de hoja verde oscuro, cítricos, frijoles). La excepción son los pacientes con hemocromatosis , quienes deben evitar alimentos o suplementos ricos en hierro.
- Tome suplementos: si no obtiene suficiente hierro, vitamina B12 o ácido fólico de los alimentos , consulte a su proveedor sobre suplementos o inyecciones.
- Controlar las condiciones de salud: mantener las enfermedades crónicas bajo control para ayudar a prevenir la anemia.
- Realice controles regulares: si está en riesgo, los análisis de sangre regulares pueden ayudar a detectar la anemia de forma temprana.
- Controle la pérdida de sangre : si tiene períodos abundantes o afecciones como úlceras, trabaje con su proveedor para reducir la pérdida de sangre .
- Manténgase hidratado: beba mucha agua para favorecer un flujo sangre saludable y ayudar a que su cuerpo funcione correctamente.
- Limite el consumo de alcohol: beber en exceso puede afectar la capacidad del cuerpo para producir sangre rojos sanos.
- Precauciones durante el embarazo: Se recomienda tomar vitaminas prenatales que incluyan hierro durante el embarazo. Consulte con su obstetra para obtener recomendaciones si queda embarazada.
Cómo puede ayudar Banner Health
Si cree que puede tener anemia o desea obtener más información sobre su riesgo, Banner Health está aquí para ayudarle. Nuestros expertos le ayudarán a diagnosticar, tratar y controlar su afección, brindándole atención personalizada en cada paso del proceso. Programe una cita y dé el primer paso hacia una mejor salud.