Tras ser diagnosticados con ELA, muchas personas se preguntan: "¿Por qué me pasó esto?". No hay una respuesta sencilla, ya que aún se desconoce la causa exacta de la ELA.
Aunque la causa no se comprende del todo, los investigadores han vinculado el riesgo de ELA con varios factores, como la genética, las exposiciones ambientales y los antecedentes familiares. En algunos casos, la ELA se desarrolla sin una causa clara. En Banner Cerebro & Spine, estamos aquí para ayudarle a usted y a sus seres queridos a comprender la ELA, explorar los posibles factores de riesgo y encontrar la atención y los recursos que necesita.
La ELA (esclerosis lateral amiotrófica), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurodegenerativa que daña las neuronas motoras, las células nerviosas que controlan el movimiento muscular. Con el tiempo, estas células mueren, lo que provoca debilidad muscular y, con el tiempo, problemas para hablar, tragar y respirar.
Si bien la ELA es una enfermedad del sistema nervioso, se diferencia de otras afecciones como la esclerosis múltiple (EM). La ELA daña directamente las neuronas motoras, lo que provoca una disminución constante del control muscular.
Conozca más sobre las diferencias entre estas dos enfermedades del sistema nervioso .
Probablemente no exista una única causa para la ELA. Los expertos creen que es el resultado de una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y de otro tipo que aumentan el riesgo. Estas influencias pueden afectar el funcionamiento de las células nerviosas y su respuesta al estrés, lo que eventualmente provoca daño nervioso y debilidad muscular.
En el 90% de las personas con ELA, no existe un vínculo genético claro con la enfermedad. Esto se denomina ELA esporádica (ELAs). Sin embargo, alrededor del 10% de las personas con ELA heredan un gen de un familiar, una afección conocida como ELA hereditaria o familiar.
Si un progenitor es portador de una mutación genética relacionada con la ELA, existe la posibilidad de que se transmita a sus hijos. Varias mutaciones genéticas se han relacionado con la enfermedad, incluyendo cambios en los genes SOD1, C9orf72, TARDBP y FUS.
El asesoramiento genético puede ayudar a los pacientes a aprender más sobre posibles conexiones genéticas.
Ciertas exposiciones ambientales y elecciones de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de ELA, aunque todavía se necesita más investigación.
Ciertos rasgos biológicos también pueden aumentar el riesgo de ELA:
No se conoce ninguna forma de prevenir la ELA. Los investigadores están estudiando la genética, el entorno y la biología para comprender sus desencadenantes.
Si tiene antecedentes familiares de ELA o nota signos tempranos como debilidad o espasmos musculares inexplicables, hable con su proveedor de atención médica.
Su proveedor puede recomendar:
Incluso si la ELA no se puede prevenir, la atención de apoyo y la planificación pueden marcar una diferencia en su calidad de vida.
Obtenga más información sobre el tratamiento y el cuidado de la ELA .
Un diagnóstico de ELA puede ser abrumador, pero no tiene que afrontarlo solo. Los especialistas de Banner Health están aquí para guiarle con atención personalizada, acceso a ensayos clínicos y servicios de apoyo para usted y sus seres queridos. Nuestro objetivo es ayudarle a vivir lo más plenamente posible mientras controla la enfermedad.
Programe una cita hoy y conéctese con uno de nuestro equipo de expertos.